Ilustración: Raúl Zuleta
Promoción del inmueble, verificación de antecedentes judiciales del posible comprador o arrendatario, realización de la promesa y contrato de compraventa, así como tener una guía en todo el proceso jurídico y de negociación, son ventajas de solicitar los servicios de una inmobiliaria.
En particular, cuando en el Valle de Aburrá se realizan cada año aproximadamente 73 mil ventas de propiedad raíz de todo tipo de inmuebles (residenciales o comerciales). Así lo indicó el gerente de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia, Federico Estrada García (ver Informe).
Antes de elegir la inmobiliaria, es importante que verifique su trayectoria y cómo ha sido la experiencia de otros clientes con ella.
Para ello, por ejemplo, puede buscar en su página web cuántos años lleva en el mercado y cuántas sedes tiene. Hay inmobiliarias de 40 años o 60 años de antigüedad, y otras que llevan apenas 3 o 4 meses. “No es la regla, pero por su inexperiencia, algunas pueden incumplir con los pagos de canon a los propietarios”, manifestó el gerente de la inmobiliaria Alberto Álvarez, Andrés Álvarez Restrepo.
Puede brindarle más tranquilidad el hecho de que esté afiliada a la Lonja, “toda vez que si llegara a presentarse algún tipo de dificultad con ella, puede acudir al gremio para solucionar rápidamente las diferencias”, precisó Estrada.
Para estar dentro de la Lonja, estas deben cumplir con protocolos de funcionamiento, y hacen capacitaciones.
Una segunda clave al tomar la decisión es cerciorarse de que tiene la agilidad en los trámites; es decir, la capacidad para brindar una asesoría integral en cuanto a precios, contratos y requisitos. Además, debe garantizarle confidencialidad en el manejo de sus datos personales.
Al respecto, es una señal de seriedad la rigurosidad de los papeles solicitados tanto a los inquilinos como a los propietarios. “Es preciso revisar que no hayan más propietarios del que se reporte, que el dueño no esté en la Lista Clinton o en los papeles de Panamá, o certificados de libertad o del predial, que no hayan sucesiones, entre otro”, dijo Álvarez.
También es un buen indicio que la inmobiliaria le otorgue la posibilidad de asegurarlo, en caso de que el arrendatario incumpla con un pago.
En tercer lugar, cuando firme contratos de promoción, venta o administración de inmuebles, asegúrese de tener claridad sobre los términos de la operación comercial, sus compromisos y derechos. Hacerlo le da seguridad que realizará negocios de forma fluida.
Así lo reiteró el presidente de la Asociación de Propietarios, Arrendatarios y Administradores de Propiedad Horizontal de Colombia (Asurbe), Alfonso Álvarez López: “Hay que informarse bien del contrato que firma, no tanto porque pueda existir mala fe, sino para no llevarse sorpresas que le representen sanciones onerosas, como la mora o la terminación de contrato”.
Contexto de la noticia
· El contrato de corretaje, mal llamado de comisión o de consignación, consiste en el encargo que hace el propietario para que encuentre a un cliente interesado en adquirir el inmueble.
· Analizar la capacidad de pago del arrendatario, realizar el contrato de arrendamiento y gestionar reparaciones son funciones desempeñadas por una inmobiliaria para arrendamientos.
· Al contar con software especializado, sitio web, redes sociales y asesores, las inmobiliarias brindan rapidez.
Fuente: El Colombiano