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La Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia denunció ante la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia) la intromisión de los porteros de edificios de apartamentos del Valle de Aburrá, a la hora de que un agente inmobiliario negocia el arrendamiento o venta.
“Están interviniendo sin tener un conocimiento especializado del mercado y comparten información sensible de los propietarios”, afirma Federico Estrada, presidente de la Lonja.
Señala que al poner en contacto a propietarios con supuestos compradores, los porteros los están exponiendo a riesgos de estafas, suplantaciones, hurtos y engaños.
Estrada recuerda que la Supervigilancia prohibe a cuidadores residenciales revelar información personal o reservada de residentes y abandonar el puesto de trabajo durante la prestación del servicio.
Pero el problema también va más allá del riesgo para incautos residentes. El sector inmobiliario de Medellín expresa malestar frente a los cobros de comisiones informales a las agencias para intermediar en ventas y arrendamientos de vivienda.
“En insostenible esta práctica, que ya ha permeado a muchas administraciones de propiedades horizontales de la ciudad”, comenta Andrés Álvarez, gerente de la inmobiliaria Alberto Álvarez.
El empresario señala que la práctica fue generada por las mismas agencias para ganar mercado, al ser los porteros un canal de información decisivo para captar al posible cliente de vivienda.
Sin embargo, el pago de comisiones pasó de ser una elección a una necesidad: “quien no paga, se siente fuera del mercado, porque solo así ellos comparten información”, indica Álvarez.
Esta situación la confirma una administradora de cinco edificios locales: “esto se hace por debajo de cuerda”, pues los porteros saben que sus empresas de vigilancia lo tienen prohibido.
Otra falta en que incurren los vigilantes, según Estrada, es impedir las labores de vendedores de propiedad raíz, incluso llegando a no permitir el ingreso de compradores a inmuebles en oferta en las copropiedades.
Otra perspectiva
Frente a estas quejas, también hay quienes consideran que es el propietario quien decide de qué manera vender o arrendar su apartamento o casa.
“Acaso ¿cómo evito yo que un propietario autorice al portero para que dé su celular o que decida pegar un cartel en la ventana con su contacto, si él es quien decide cómo vende lo que tiene?”, comenta, Alfonso Álvarez, presidente de la Asociación de propietarios, arrendatarios y administradores de propiedad horizontal de Colombia (Asurbe).
Recuerda que existe la práctica común del comprador de buscar vivienda recorriendo unidades de conjuntos residenciales, que favorece la obtención de información mediante las porterías.
Álvarez también menciona que es la copropiedad la que debe definir claramente qué puede y no hacer un portero contratado mediante una empresa de seguridad privada.
Pero La Lonja sostiene que la intervención de los vigilantes está prohibida y genera riesgos. Aquí la última palabra la tiene el propietario.

 

Fuente: El Colombiano.