Por medio del Decreto 636 de 2020 el Gobierno dio a conocer la nueva etapa de la cuarentena, esto es, la extensión del aislamiento preventivo obligatorio, pero con reapertura gradual de varios sectores económicos autorizada por el Gobierno, como son las actividades industriales y ventas de automotores, así como los comercios de muebles, papelerías, lavanderías y librerías que cumplan con los protocolos sanitarios y de bioseguridad establecidos. Sectores que se suman a los de la construcción y las manufacturas, que comenzaron a volver a sus actividades el pasado 27 de abril.
La necesaria ampliación de los sectores autorizados atiende a la necesidad de, por una parte, seguir protegiendo a los ciudadanos del riesgo de contagio, mediante estrictos protocolos de seguridad exigidos a las compañías en reactivación, haciendo coalición con la reactivación económica como motor de la materialización de derechos de los ciudadanos como el mínimo vital y el derecho al trabajo.
Hoy es imperante que dentro de las actividades reactivadas se incluya al sector inmobiliario, teniendo en cuenta que las empresas inmobiliarias tienen a cargo la gestión de una de las mayores problemáticas que actualmente debe solucionarse; los contratos de arrendamiento. Actividad que, además de tratarse de una labor individual que, sin exigir aglomeraciones ni contactos cercanos entre el asesor y el cliente, se relaciona con la posibilidad de adquirir o cambiar de vivienda para adaptarse a los cambios que exige la nueva normalidad. Indispensable en un país donde más del 40% de las familias viven en arriendo, además de las empresas y toda la actividad económica que funciona en inmuebles bajo dicha modalidad.
Por su parte, cerca de 800 municipios colombianos en los que aún no se han confirmado casos de COVID-19 hicieron ya la apertura de la economía, manteniendo la prohibición de lugares de asistencia masiva, como discotecas, iglesias, centros deportivos, parques y gimnasios.
En la región del Urabá estarán autorizados sus 11 municipios para la reapertura económica, al igual que los 23 municipios que conforman la región del suroeste, los 17 municipios de la región del Norte, la región Nordeste con sus 10 municipios, las regiones del Magdalena Medio y del Bajo Cuaca con la totalidad de sus 12 municipios y los 19 municipios de la región del Occidente, entre ellos San Jerónimo y Santa Fe de Antioquia. Todos los anteriores con categoría NO COVID-19 según los lineamientos del Decreto 636.
Para la región del Oriente serán solo 21 de 23 los municipios autorizados para la reapertura económica, ya que, Rionegro y el Carmen de Viboral cuentan cada uno con un caso reportado de COVID – 19. En ese orden ideas, los siguientes municipios serán los autorizados: Abejorral, Alejandría, Argelia, Cocorná, Concepción, El Peñol, El Retiro, El Santuario, Granda, Guarne, Guatapé, La Ceja, La Unión, Marinilla, Nariño, Sa Carlos, San Francisco, San Luis, San Rafael, San Vicente y Sonsón.
Y, por último, la región que se ha visto más afectada por el brote de la Pandemia del COVID-19 es el Valle de Aburrá, pues de sus 10 Municipios solo podrán abrir Barbosa, Girardota y Sabaneta, ya que Medellín cuenta con 60 casos, Bello con 13 casos, Copacabana con 7 casos, La Estrella con 3 casos, Itagüí con 2 casos y Envigado cuenta con 1 caso reportado.