A la hora de pensar en vender su casa, lo primero es preguntarse cuánto cuesta, y la respuesta llegará a través de un avaluador, que tras analizar diferentes características le dará una cifra que le permita comercializarla.
Pero hacer un avalúo no se restringe a la actividad inmobiliaria, de hecho hay 13 categorías, en las que se incluyen obras de infraestructura, monumentos de conservación, maquinaria fija, obras de arte, semovientes, intangibles como derechos de autor y nombres comerciales, entre otros, establecidas en el Decreto 556 de 2014, que se expidió tras la Ley 1673 de 2013. El documento es reciente pues diferente a lo que se puede pensar, esta actividad no era un oficio regulado.
Desde mayo de este año, es imperativo que los avaluadores sean certificados y de hecho, el Autorregulador Nacional de Avaluadores (ANA), liderado por Alexandra Suárez Pelayo, es el encargado de emitirlos. El documento tiene una vigencia de 30 días y el primer registro se adquiere con la demostración de formación académica específica, después se renueva con el fin de mantener actualizada la situación.
“Lo recomendable es que las personas que busquen un avaluador primero se acerquen a la página web de ANA, vean los afiliados y con los últimos busquen quiénes están avalados en cada ciudad”, dijo Suárez. En la página de ANA, se podrá corroborar el perfil del profesional. En la certificación se encontrarán los datos y además en qué categorías tiene permiso de operar (ver Paréntesis).
Federico Estrada García, gerente de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia, sostuvo que además de ayudar a construir la normativa, hoy hace un llamado para que “las personas nos ayuden y exijan de quienes la ejerzan el cumplimiento de la norma. (…) Es tan importante la asignación de un valor adecuado, como contar con una persona idónea y de confianza para hacerlo”.
De no tener un avaluador certificado, no habrá cómo acreditar su competencia y se sospechará del resultado; será más difícil establecer responsabilidades, si las hubiere y podrá comprometer su patrimonio. Además esta persona será sancionada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) y ANA, según el caso. En cambio, la certificación le dará la potestad de tramitar quejas y garantizar que el estudio realizado cuenta con todos los requisitos de ley. Hasta ahora hay 2.714 solicitudes para certificaciones de las cuales 1.732 ya tienen registro.
El trámite, según explicó el avaluador Francisco Ochoa Ochoa, se profesionaliza más el oficio que busca establecer unas prácticas objetivas.
Finalmente, en Colombia, según explicó el avaluador Francisco Ochoa Ochoa, no hay una regulación de precios para la actividad, pero sí hay prácticas reconocibles. Sepa que le pueden cobrar por horas, o por porcentaje del monto de avalúo, según el bien.
ASÍ SE CORROBORA QUE ESTÁ ACTIVO
Para estar seguro de contratar al avaluador adecuado puede verificar el certificado expedido por la entidad autorreguladora. Lo podrá hacer mediante el escaneo del código QR, ingresando a la página www.raa.org.co en el campo “validar certificado” o solicitar en www.ana.org.co el certificado directamente, con el número del avaluador, en donde le aparecerá si está activo o no. Si el profesional no se encuentra inscrito en la categoría en que usted requiere el avalúo, la valoración no podrá ser realizada por esta persona.
Fuente:
NATALIA CUBILLOS MURCIA Contactar
Editora de Economía de El Colombiano.