El sector edificador acusa de nociva para los compradores de Viviendas de Interés Social (VIS) la propuesta del Gobierno de gravar las ganancias que obtengan las constructoras en estos proyectos.

Pese a la controversia que han generado todos los aspectos de la Reforma Tributaria, la tensión parece enfocarse en el ítem que pretende gravar las ganancias de los constructores de vivienda. Mientras que los gremios denuncian una desestimulación a la construcción de Viviendas de Interés Social (VIS), el Gobierno alega equidad de condiciones para los empresarios.

Las discrepancias en este punto se han visto incluso dentro del mismo Gobierno, no sólo luego de la promoción de una protesta por parte del expresidente Germán Vargas Lleras, sino también por las declaraciones que califican de “engaño” el texto de la reforma, emitidas por el exministro de Vivienda, Luis Felipe Henao.

El viceministro técnico del Ministerio de Hacienda, Andrés Escobar, se refirió a las críticas de Henao como palabras que le hacen gran daño al país y que le restan altura al debate de la reforma. “Luis Felipe Henao fue un gran ministro de Vivienda, sin embargo, ya abandonó el Gobierno y no estuvo en el Consejo de Ministros donde se expuso la reforma en extenso. Una de las prioridades del Gobierno ha sido el impulso al sector constructivo, los programas de subsidios para la compra de vivienda y la construcción de casas gratis han sido un motor muy grande en la economía y lo seguirá siendo”, explicó el viceministro.

A pesar de la campaña pedagógica para explicar que lo que se intenta gravar son las ganancias sobre las viviendas de las constructoras y no sobre los compradores, los gremios del sector aseguran que de manera indirecta se afectará a la Vivienda de Interés Social al desestimular los dividendos del empresario.

Eduardo Loaiza Posada, gerente de Camacol Antioquia, se refirió a las declaraciones del viceministro expresando que: “La VIS es una vivienda con precio de venta controlado, con topes máximos, se realiza por volumen más que por márgenes de utilidad. Y cada vez los costos han hecho que sea más difícil para el sector privado poder sacar al mercado proyectos con unidades e inmuebles de este tope de precio con algún margen y si desaparece este tipo de incentivos, bajan los márgenes y aumenta el riesgo, lo cual no es atractivo para los empresarios”.

Al sentir de sus declaraciones se suma Federico Estrada, gerente del gremio inmobiliario de Medellín, La Lonja: “Al tener estos proyectos un valor de venta de la vivienda un tope de 135 smlm, seguramente no podrán salir a ventas por ser inviables. En ese sentido creer que al gravar al constructor no significa afectar al comprador, es equivocado. Es más, me atrevo a decir que para un constructor será prácticamente imposible participar en la construcción de los proyectos de viviendas gratis del Gobierno, al gravarse la utilidad”, previó Estrada, dejando en claro la unidad gremial frente a esta medida.

Fuente: El Mundo