La construcción y el crecimiento de la venta de viviendas en las principales capitales del país se ha venido extendiendo en forma significativa hacia los municipios que hacen parte de sus áreas metropolitanas y a las periferias externas.

En Bucaramanga, la mayoría de las constructoras han buscado áreas en los municipios vecinos porque en la zona más apetecida de la ciudad, conocida como La Meseta (centro y oriente), no hay espacio suficiente para grandes proyectos habitacionales.

Marval, una de las principales compañías, reportó que la mayoría de sus ventas se registraron en el municipio de Piedecuesta, con un 22 % de las ventas.

Sergio Luna Navas, gerente de Camacol, explicó que la construcción se extendió a los municipios vecinos, entre otras razones, porque “el recién aprobado Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bucaramanga impone unas condiciones a los lotes de la meseta que no facilita tanto su desarrollo, lo que genera un crecimiento en municipios periféricos como Piedecuesta y Girón”.

En Medellín, también uno de los sectores del área metropolitana que más ha venido mostrando una actividad positiva es el municipio de Bello, que limita con la capital antioqueña por el norte. Las cifras de Lonja Propiedad Raíz y Camacol muestran que el número de viviendas que se construyeron en ese sector el año pasado, 7.377, por poco iguala al de Medellín, donde se levantaron 7.566.

“De unos tres o cuatro años para acá, las personas comenzaron a ver en Bello un municipio muy importante. Las conexiones con el metro y la cercanía con las estaciones tienen una gran actividad edificadora a sus alrededores. Las constructoras comenzaron a ver la posibilidad de construir en ese municipio proyectos diferentes a las viviendas de interés social”, aseguró Federico Estrada, presidente de la Lonja Propiedad Raíz.

En Barranquilla y su área metropolitana, la seccional de Camacol reportó que en el 2015 hubo un crecimiento en la construcción de vivienda del 17 %, con una inversión que alcanzó los 2,1 billones de pesos. El 30 por ciento de los proyectos se levantaron entre los municipios de Soledad y Puerto Colombia.

La construcción de viviendas de interés prioritario, que viene creciendo por políticas nacionales, ha impulsado el crecimiento en estos municipios, principalmente en Soledad. “En Barranquilla, si bien no es una ciudad que podría decirse que ya no tiene espacio para crecer, este se ha ido agotando”, aseguró la directora de Camacol, María Elia Abuchaibe.

En los límites entre Barranquilla y Puerto Colombia también hay otra actividad importante de crecimiento inmobiliario, donde se concentrarían un 12 por ciento de los proyectos.

Y en Cali, aunque la construcción registró sus mayores inversiones en la ciudad, la tendencia de extender proyectos inmobiliarios hacia municipios vecinos viene en aumento. Las cifras de Camacol muestran que mientras en la capital del Valle y los municipios aledaños se registraron ventas en vivienda por más de 1,3 billones de pesos en el 2015, hubo otros 1,2 billones en los municipios del área de influencia como Jamundí, Palmira, Yumbo y Candelaria.

El presidente de Camacol Valle, Alberto Gaviria, considera que se pueden seguir proyectando soluciones de vivienda en municipios vecinos a Cali, resolviendo por ejemplo temas como la movilidad, en la ruta a Jamundí.

Pero también apoya la renovación del centro urbano caleño, donde varias entidades del municipio y gremios de construcción buscan realizar una ambiciosa renovación urbana y habilitar espacios para la construcción de viviendas.

Abuchaibe añadió que hay muchas debilidades en los municipios hacia los que se reporta el crecimiento, “porque algunos de ellos son muy pequeños”.

“Sino hacemos planificación con tiempo de cómo se van a urbanizar esos terrenos, eso va a impactar la calidad de vida de la gente en algunos años”, concluyó Abuchaibe.

Fuente: El Tiempo